Ricardo Bajo H.(columna goles son amores, periódico cambio, 19-11-14).-En un extraño partido por la falta de aliento de las típicas barras, la Bolivia de Clausen con nómina y dibujo de Mauricio Soria gustó, tuvo la pelota y a pesar de la falta de contundencia ofensiva por fin ganó su primer partido en lo que va de año (cinco derrotas y un empate en el resto de un palmarés de amistosos para olvidar).
Los gritos constantes de “fuera Chávez” junto al aliento esporádico a la “verde” y a sus mejores jugadores marcaron una noche donde personeros de la Federación se dieron a la tarea de retirar, policía mediante, los carteles de protesta contra el presidente del ente futbolero. En lo futbolístico, la selección vino a ratificar las cosas buenas apuntadas en el empate contra Chile en su casa, a saber: juego ofensivo y tenencia de pelota, despliegue rápido por banda cuando laterales y volantes mixtos se asocian para montar un dos contra uno y una mentalidad diferente que quiere abandonar de una vez por todas fatalismos y derrotismos. Faltan, obviamente mucho por corregir: pelotas perdidas en la salida, desatenciones atrás, defender mejor el balón detenido rival…
El esquema que dejó Mauricio Soria funcionó especialmente aceitado cuando Hurtado por derecha y Morales por izquierda combinaban con sus pares en los costados: Arce y un Lizio que otra vez trajo la sorpresa, la gambeta y la verticalidad, incluso alternando de banda para despistar a la zaga venezolana. Los dos golazos de ambos extremos vinieron a ratificar sus momentos dulces y a certificar que esa es la manera para volver a Bolivia y el Siles inexpugnables para cualquier rival en las próximas eliminatorias.
La sustitución de Lizio para que entrara Joselito fue reprobada por la hinchada que nunca se olvidó de premiar a sus jugadores y a la vez reprochar de manera enérgica la gestión del señor Chávez. La Fifa no ha invitado aún la manera de acallar la voz del hincha que a falta de pancartas silenciadas todavía tiene la garganta lúcida para gritar a todo el mundo que el pueblo boliviano siempre estará presente; con su selección, contra los que viven de ella y no para ella.
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